Diario del viaje a Sicilia II

¡Hola! Vamos con la parte dos de mi diario de Sicilia. Quienes se perdieran la primera parte, la podéis leer aquí. ¡A por ello!

Siracusa en otra ciudad que merece la pena. Está el teatro griego antiguo y otras ruinas parte del complejo, que no llegamos a ver porque, como os he contado, mis hijos se entretuvieron mucho en el teatro. Esos lugares merecen la pena, sobre todo para imaginarse lo que fueron y valorar lo que otras civilizaciones han dejado como legado. ¿Qué dejaremos nosotros? ¿Y cada uno de nosotros? #ahíoslanzounareflexion ☺

En Siracusa visitamos el santuario de la virgen de las Lágrimas, dedicado a un milagro que sucedió cuando una imagen en relieve de la virgen María, que colgaba en el cabezal de la cama de un matrimonio, lloró durante cuatro días. Después de análisis y verificaciones se concluyó que eran lágrimas humanas. Se produjeron varios milagros de curación con esas lágrimas y es un lugar de devoción y peregrinación de católicos. Una historia sobrecogedora.

Pegada a Siracusa está la isla de Ortigia, sin duda alguna, mi ciudad favorita de Sicilia. Cuando la vimos, Nacho y yo pensamos: “Esto sí, esto sí que es espectacular” Y nos perdimos paseando por sus calles y disfrutando de sus casas. Y yo dejando volar mi imaginación y cogiendo ideas de decoración de casas. ☺ Una maravilla.

En otra de las escapadas que hicimos a Ortigia, hicimos un viaje en barco que nos encantó. Qué maravilla. Podías ver toda la isla y además visitar algunas cuevas impresionantes. Vi un arrecife de coral pegado a una roca enorme. Muy bonito y para nada como me imaginaba. Y aquella noche nos tomamos una pizza con patatas fritas, ¡una mezcla que no había probado nunca!

Otra visita muy bonita fue al pueblo de Noto. Qué cosa más espectacular. En el corazón de la ciudad está la parte más histórica. Las casas e iglesias están construidas con una especie de piedra entre blanca y vainilla que, al atardecer, con el sol, parece que tienen reflejos dorados. El ambiente en las calles es muy bueno, gente en las terracitas y muchos vendedores de titadas para niños que nos volvieron locos. ☺

Un día decidimos aventurarnos con el coche hacia un playa que nos habían recomendado más al sur de la isla, Marzamemi. Es el punto más lejano al que fuimos pero mereció mucho la pena. La playa en sí, al menos era de arena, estaba bastante sucia de algas aunque la realidad es que lo pasamos muy bien y los niños encantados de bañarse. Lo mejor fue el ambiente del pueblo. Eran fiestas patronales y estaba todo el mundo en la calle. Había mil y un puestos de comida, artesanías, música, etc.

Muchos ratos, sobre todo las mañanas, nos quedábamos en la casa en la piscina. Para los niños es un planazo y si viajáis con ellos, os recomiendo que miréis un alojamiento que la incluya. Da la vida, sobre todo en lugares donde hace tanto calor. Como estábamos en lo alto de la montaña, no hacía tanto como abajo y por la noche refrescaba, pero el calor en Sicilia es bastante sofocante y hay que tenerlo muy en cuenta. El agua no puede faltar de ninguna manera.

Otra de las escapadas fue al pueblo pesquero de Aci Trezza. Es un pueblito pequeño pero le coges el gustito. Comenzamos con un accidente de Leo a la llegada que se cayó y se abrió la boca con las rocas de la playa… Afortunadamente el accidente nos llevó a conocer a una familia italiana muy acogedora, como todas allí, que nos invitó a su casa y nos ayudó. Después del susto, y todos los que hemos tenido en el viaje porque cada día uno se caía, nos fuimos a tomar un mojito reconstituyente con un motón de anécdotas a la par, que a ver si os cuento en algún vídeo. ☺

La ciudad de Catania la dejamos para el último día y me dio pena. No sé por qué motivo no la tuve en mente hasta el final. Es muy especial, con edificios impresionantes y una luz entre cautivadora y enigmática. En general, en la isla, la luz es muy bonita, como veréis en las fotos de looks que os he ido mostrando; tiene algo especial y la primera que lo nota es la cámara, claro. Cenamos en el food district, una calle con un ambientazo espectacular.

Y hasta aquí he llegado con este diario de viaje. Obviamente, como en cada viaje, hay mucho más; está lleno de experiencias, conversaciones, momentos, momentazos… ¡Es tan bonito viajar! Ojalá lo pueda seguir haciendo porque es de las cosas en la vida que llenan y de las que se aprende mucho. Y en este viaje también he aprendido mucho de la gente local y de lo acogedores y generosos que son los italianos. Un ejemplo a seguir sin duda.

Me ha encantado hacer este diario porque me ha ayudado a digerir las cosas y a darme cuenta y saborear todo lo bueno de la experiencia. Espero que también os haya gustado y que os sirva si vais a Sicilia. Dejo así contestadas las dudas del viaje que surgían. ¡Un beso!

** Hoy, en el blog de DIY, ideas florales. ¡Me encantan! Pueden arreglar mucho una casa.

Today, in my DIY blog, it is all about beautiful flower arrangements.

Etiquetas: sicilia viaje

32 comentarios en “Diario del viaje a Sicilia II”

Me entran unas ganas terribles de viajar, pero es que con los niños pequeños, me entran sudores de pensarlo…
Me encantan las imágenes, la felicidad y relax que transmiten, aunque me imagino que habría momentos para todo!
Los niños guapísimos!!
bss

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